
Hay dos tipos de Iman, fe. Una es real y la otra es por imitación. La real lleva luz al corazón de una persona; hasta ese momento, su fe es únicamente imitativa. Los signos de la fe real son tres: el primero es la habilidad para escuchar el tasbih de todas las criaturas, su ofrecimiento de alabanza y respetos a su Señor. El Qur'an dice que no hay nada en la existencia que no tenga tasbih, ni tan solo los objetos inanimados. En una ocasión, el Profeta, salla llâhu 'alayhi wa sallam, tomó un puñado de piedras y las sostuvo en la mano para que los Sahaba, sus compañeros, pudieran escuchar cómo ofrecían sus más altos respetos. Esto fue un milagro para darles una fe real. El segundo signo es que Allah abre su corazón a la fuente de la sabiduría, para conocer la sabiduría que hay tras todas las cosas existentes, para conocer su propósito y posición. Del mismo modo que la esencia de rosas forma diminutas gotitas en la superficie del agua de rosas, esta clase de persona tiene Hikmat, sabidurías, o la esencia del conocimiento. En tercer lugar, no hay más velos entre él y Barzakh, los mundos celestiales. Puede encontrarse con cualquier habitante de Barzakh sin impedimentos, con el espíritu de cualquier Profeta o Santo. Hasta que aparezcan estos signos, sabed que seguís velados, y no estáis abiertos a la luz de la Iman. Allah dice, "Oh, vostros que creéis, creed en Allah y Su Profeta y Su Libro". (Surat un-Nisa: 136). El hecho de dirigirse a los creyentes para que crean indica que tienen que mejorar en su fe real, y no quedarse en la imitación. Las tariqats están preparando a los murids para la fe real. El significado de murid es el de uno que está pidiendo. Por lo que está pidiendo es - por la fe real.

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