El Profeta Muhammad
(Paz
y bendiciones sobre él, su familia y sus compañeros)
Abu
Huraira narró que el Enviado de Allah (Paz sobre él) dijo:
“El
fuerte no es aquel que vence a otros en la lucha, sino es aquel que controla su
temperamento”
De
acuerdo con el Quran, el Profeta Muhammad fue el ejemplo más sobresaliente
para toda la humanidad, pero también los historidadores no-musulmanes reconocen
en él a una de las personalidades más exitosas en la historia.
En 1946 el Reverendo R Bosworth-Smith escribió sobre el Profeta en
"Mohammed & Mohammedanism.": (Muhammad & Mahometanismo)
"Jefe de estado como también de la Iglesia, fue César
y Papa en uno; pero fue Papa sin las exigencias del Papa, y César sin las
legiones del César, sin un ejército permanente, sin escolta, sin
un palacio, sin una fuente de ingresos fija. Si alguna vez un hombre pudo decir
que gobernaba por derecho divino fue Muhammad, porque él tuvo todo el poder
sin instrumentos y sin su respaldo. No le importaban los adornos del poder. La
simplicidad de su vida privada estaba en consonancia con su vida pública.
En 1978 Michael Hart en su libro "Las 100 Personas más Influyentes
en la Historia”. eligió a Muhammad como la persona más influyente
en la historia y decía esto acerca de su elección:
"Mi elección de Muhammad para liderar la lista de las personas más
influyentes en el mundo puede sorprender a algunos lectores y puede ser cuestionada
por otros, pero él fue el único hombre completamente exitoso en
la historia, tanto a nivel civil como religioso... La combinación sin precedentes
de influencia civil y religiosa es lo que siento que da derecho a Muhammad de
ser considerado la figura individual más influyente de toda la historia
humana”.
Las palabras y los actos del Profeta nos muestran la manera de obtener el éxito,
no sólo en este mundo, sino en el más allá.
En
resumen, el Profeta del Islam fue un pensador positivo en el amplio sentido de
la palabra. Todas sus actividades estaban orientadas hacia un resultado. Se abstenía
de los elementos negativos del comportamiento que son contraproducentes para la
realización de los objetivos, tales como el odio, la envidia, la arrogancia,
la avaricia.
Todas las acciones del Profeta estaban basadas únicamente
en la pura intención de complacer a Dios.
Estudiando la vida
del Profeta podemos identificar algunos de los principios del éxito.
El primer principio:
Tomar el camino más fácil.
Este principio está bien explicado en una frase de Aisha. Ella dijo:
Cuando el Profeta tenía que elegir entre dos opciones, siempre
optaba por la elección más fácil. (Bukhari)
Elegir la opción más fácil significa que debes evaluar tus
opciones y elegir la más viable. El que comienza desde este punto de partida
seguramente alcanzará su objetivo.
El segundo principio:
Ver la ventaja en la desventaja. En los tempranos días
de la Meca, había muchos problemas y dificultades. En esa época,
fue revelado un verso guia del Quran
”Realmente con cada dificultad
está la facilidad, con cada dificultad está la facilidad” (94:5-6).
Esto significa que si hay problemas, al mismo tiempo también
hay oportunidades. El camino al éxito es superar los problemas y aprovechar
las oportunidades.
El tercer principio:
Cambiar
el lugar de acción. Este principio se deriva de la Hijra. La Hijra
no fue una simple migración de la Meca a Medina, fue un viaje para encontrar
un lugar más adecuado para poner el Islam en acción.
La
migración física y la perseverancia son un importante elemento para
establecer Paz y Justicia. Esto también sentó las bases de la migración
intelectual desde las mentes subyugadas hacia un espíritu despierto.
El cuarto principio:
Convertir en amigo a un enemigo. El
profeta del Islam estuvo sujeto repetidamente a prácticas hostiles por
parte de los incrédulos. En ese momento, el Quran le prescribió
el devolver bien por mal. Y entonces, como agrega el Quran:
”Verás
que tu más funesto enemigo se ha convertido en tu amigo más cercano.
(41:34)
Significa que una buena acción en retorno de una
mala acción tiene un efecto conquistador sobre tus enemigos. Y la vida
del Profeta es una prueba histórica de este principio.
El Profeta
mostró el más gran ejemplo de amnistía después de
la conquista sin derramamiento de sangre de la Meca. A todos los enemigos del
Islam se les garantizó el perdón, incluyendo a Hinda, la esposa
de Abu Sufyan quien había destripado el martirizado cuerpo de Hamza, el
tío del Profeta. A pesar de la detestable mutilación del cuerpo
de Hamza, el Profeta la perdonó.
El quinto principio:
La educación es fundamental para el éxito. Después
de la batalla de Badr, unos 70 incrédulos fueron tomados como prisioneros
de guerra. Eran gente culta. El Profeta anunció que si alguno de ellos
enseñaba a diez niños musulmanes a leer y escribir sería
liberado. Esta fue la primera escuela en la historia del Islam en la que todos
los estudiantes eran musulmanes, y que todos los maestros eran de la fila enemiga.
El sexto principio:
No utilizar la dicotomía como
forma de pensamiento. En la famosa batalla de Mutah, Khalid Ibn Walid decidió
retirar las fuerzas musulmanas del campo de batalla al descubrir que eran desproporcionadamente
superados en número por el enemigo. Cuando llegaron a Medina algunos musulmanes
los recibieron diciéndoles “O desertores!”. El Profeta dijo: “No, ellos
son hombres de la avanzada”.
Esa gente de Medina estaba pensando en
forma dicotómica, luchar o retirarse. El Profeta dijo que hay también
una tercera opción, que es evitar la guerra y encontrar un momento para
fortalecerte a ti mismo. Actualmente la historia nos dice que los musulmanes,
después de tres años de preparación, avanzaron otra vez hacia
la frontera romana y esta vez obtuvieron una resonante victoria.
El séptimo principio:
No involucrarse en una confrontación
innecesaria. Este principio deriva del tratado de Hudaybiyyah. En esa época,
los incrédulos estaban decididos a entablar lucha con los musulmanes, porque
estaban en una posición ventajosa. Pero el Profeta, aceptando sus condiciones
unilateralmente, firmó un pacto. Fue un tratado de paz de diez años.
Hasta entonces, el terreno de encuentro entre los musulmanes y los no musulmanes
había sido el campo de batalla. Ahora el área de conflicto era el
debate ideológico. En el transcurso de dos años, el Islam emergió
victorioso, por la simple razón de la superioridad ideológica.
El octavo principio:
Gradualismo en lugar de radicalismo.
Este principio está bien establecido por un Hadith citado en Bukhari. Aisha
dice que los primeros versos del Quran estaban mayoritariamente relacionados con
el Cielo y el Infierno. Después de un tiempo cuando la fe se había
afirmado en los corazones de la gente, Dios reveló órdenes específicas
para desistir de las prácticas sociales injustas y auto-reprobatorias que
eran frecuentes en las épocas oscuras árabes. Esta es una clara
prueba que para los cambios sociales, el Islam recomienda el método evolutivo,
antes que el método revolucionario.
El noveno principio:
Ser pragmático en temas controvertidos. Durante la redacción
del tratado de Hudaybiyyah, el Profeta dictó estas palabras: “Esto es de
Muhammad, el Mensajero de Dios”. El delegado del Quraysh puso objeciones a estas
palabras.El Profeta rápidamente ordenó que se cambiaran las palabras
por “Muhammad, hijo de Abdullah”. Este simple cambio aplacó al delegado
del Quraysh.
Estos son algunos de los principios por los cuales el Profeta
del Islam conducía su vida. Sus logros han sido reconocidos por los historiadores
como el éxito supremo. Deberíamos ser sabios y seguir su ejemplo.
Tenéis
realmente en el Mensajero de Dios un hermoso patrón (de conducta) para
quienes cuya esperanza está en Dios y en el Día Final... (Quran
33:21)
Adaptado
de los “Principios de Éxito en la Luz de Sirah” por Wahiduddin Khan – Renaissance
Periódico islámico (journal)